Londres Heathrow, el primer aeropuerto europeo por pasajeros y movimiento de aeronaves y gestionado por la empresa española Ferrovial contará con una nueva pista hacia el año 2025.
El Gobierno británico, con la oposición de algunos ministros como Boris Johnson, ha aprobado la ampliación del principal aeropuerto de la capital por un importe de más de 16.000 millones de libras esterlinas, y que aumentará su capacidad anual de 75 millones de viajeros a 135 millones. Esta ampliación, no obstante, todavía deberá ser ratificada dentro de un año por el Parlamento tras un período obligatorio de consultas públicas. Según el Ministerio de Transportes además, a lo largo de los próximos 14 años se crearán hasta 77.000 nuevos puestos de trabajo en la zona gracias a la ampliación.
El anterior primer ministro británico, David Cameron, se había negado a aprobar la ampliación señalando que eran necesarios más estudios de impacto medioambiental. Para ello creó una comisión, liderada por el ex presidente de la Autoridad de Servicios Financieros, Howard Davies. Esta comisión estudió tres posibilidades para aumentar la capacidad aeroportuaria de Londres: una nueva pista en el aeropuerto de Londres Gatwick; alargar una de las pistas de Heathrow, o construir la tercera pista en este, que es lo que finalmente recomendó y se ha aprobado.
La comisión ni siquiera llegó a evaluar la propuesta del antiguo alcalde de Londres y actual ministro de Asuntos Exteriores Boris Johnson de que se construyese un aeropuerto nuevo en el estuario del Támesis y que la prensa británica llamaba “la isla de Boris”.
Para el Gobierno británico, la nueva pista de Heathrow tendrá unos beneficios económicos para pasajeros y la propia economía del país de unos 61.000 millones de libras en 60 años. Habrá tarifas más baratas, menores retrasos y más conexiones, incluidas Asia, y América del Sur. En 2040, se podrán ofrecer 16 millones de asientos extra en vuelos de largo radio. Se podrán abrir seis nuevas rutas dentro de Reino Unido hasta llegar a las 14. Se prohibirán los vuelos durante 6 horas y media por las noches. También se invertirán 2,600 millones de libras en compensaciones y aislamiento acústico.
La nueva pista supondrá además reestructurar el espacio aéreo para la aproximación y despegue. Este cambio formará parte de una modernización global de todo el espacio aéreo británico.
La solución aceptada es similar a la ejecutada en el aeropuerto de Franckfurt, donde se ha construido una nueva pista, en este caso la cuarta, paralela y desplazada respecto a dos de las existentes
En el caso de Londres, la construcción de la nueva pista, de 3.500 metros de largo, supondrá tener que demoler varios pueblos situados al norte del aeropuerto ysoterrar la autopista M25.
Vía Fly-News