El Boeing 787-10, el modelo más grande de la serie, hizo ayer su rollout tras salir oficialmente de la cadena final de montaje. 24 horas después de que el equipo de pintura de Boeing acabase su trabajo en el avión, y unos días después de la salida real del avión de la cadena, 50 días después de que comenzasen los trabajos para unir entre si las secciones del fuselaje, alas y superficies de cola.

Los testigos de esta presentación han sido el presidente de Estados UnidosDonald Trump, y el gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster.

Dennis Muilenburg, presidente de Boeing ha manifestado durante la celebración que: “Lo que está sucediendo aquí en Boeing Carolina del Sur es una verdadera historia de éxito de Estados Unidos. En tan sólo unos pocos años, nuestro equipo ha transformado un campo verde en una moderna planta de producción aeroespacial que está entregando aviones 787 a aerolíneas de todo el mundo y mantiene miles de empleos estadounidenses en el proceso”.

Boeing montará, al menos de momento, el 787-10 sólo en la factoría de Charleston. Mientras se ha montado este avión, así como el segundo avión que se usará en el proceso de certificación y se haga lo mismo con los primeros aviones de serie, Boeing ha desviado a la otra cadena final de montaje en Everett, donde Boeing monta también todos sus aviones de dos pasillos, la mayoría de la producción de los 787-8 y 787-9.

Una vez los técnicos de Boeing completen las pruebas en tierra, el B-787-10 hará su primer vuelo en el mes de abril. Su certificación se espera en nueve meses desde el primer vuelo, y Singapore Airlines será la primera aerolínea que lo reciba.

Antes de la ceremonia, Trump visitó la factoría de Boeing y se dirigió a los empleados señalándoles que “Vamos a pelear por cada puesto de trabajo americano”, y “Dreamliner, que gran nombre”. También habló de laposibilidad de la compra de más aviones F/A-18 en lugar de Lockheed Martin F-35: “Por cierto, ¿os importa si usamos los F-18 Super Hornet?Estamos analizando seriamente un gran pedido… El problema es que Dennis [Muilenburg] es un negociador muy, muy duro, pero creo que podemos llegar a un acuerdo”.

Boeing tiene 149 pedidos en firme para esta versión del Dreamliner por parte de nueve clientes.