El gobierno brasileño busca atraer a cuarenta aerolíneas extranjeras para entrar en el mercado doméstico y aumentar la competencia, algo que haría disminuir los precios de los billetes, según informan fuentes oficiales. Para facilitar la llegada de nuevas compañías, el Congreso brasileño aprobó acabar con la obligación de que el capital fuera mayoritariamente brasileño. Tras la quiebra de Avianca Brasil este año, actualmente tres operadores concentran la mayoría de los vuelos domésticos en el país: Latam, Gol y Azul.

«Estamos trabajando para que buena parte de los aviones que están llegando a América Latina en 2020 vengan a Brasil», explicó el jefe de la Secretaría Nacional de la Aviación Civil (SAC), Ronei Saggioro.

Saggioro ha asegurado que 2019 fue un año complicado para la aviación brasileña por la salida del mercado de Avianca Brasil, empresa que tenía el 14 por ciento del mercado doméstico, aunque en algunas áreas concretas tenía más de la mitad. Tras su salida, los precios de los billetes en las principales rutas llegaron a aumentar hasta un 140 por ciento.

Una de las intenciones del gobierno brasileño es atraer las aerolíneas de bajo coste, las llamadas ‘low cost’. Para ello, hace tiempo, el Congreso votó acabar con la gratuidad de las maletas facturadas, dando la posibilidad a todas las compañías de cobrar por ellas. Con ello, tres low cost llegaron a Brasil: Norwegian, Sky Airline y Flybondi, que conectan respectivamente con Londres, Chile y Argentina. A partir del 27 de diciembre, Jet Smart debe pasar a operar entre Chile y Salvador.