Doce países de la Unión Europea (UE) pidieron este miércoles a la Comisión Europea (CE) que permita a las aerolíneas a devolver en cupones y no en efectivo el importe de los billetes de vuelos cancelados por la crisis del coronavirus, para aliviar los problemas de liquidez de las compañías.

«La obligación de reembolsar en metálico los billetes cancelados, si el pasajero lo decide, coloca a las aerolíneas en una situación difícil cuando están afrontando serios desafíos de tesorería», según un comunicado difundido por la representación diplomática holandesa y que suscriben Bélgica, Bulgaria, Chequia, Chipre, Grecia, Francia, Irlanda, Latvia, Malta, Países Bajos, Portugal y Polonia.

La normativa europea sobre Derechos de los Pasajeros estipula que en caso de cancelación las aerolíneas tienen que ofrecer a los viajeros la elección entre un reembolso o un cambio de ruta con ciertas condiciones.

«Cuando se concibió la redacción de la regulación, no se podía prever la actual crisis global y su impacto en los viajes aéreos», agrega el comunicado, que se alinea con una petición que han ido reiterando desde la propagación del Sars-CoV-2 en Europa las grandes compañías aéreas de la UE, reticentes a pagar en metálico por falta de tesorería y partidarias de ofrecer bonos o cupones de viaje.

No en vano, varios países como Italia, Francia o Alemania han anunciado en los últimos días que rescatarían financieramente a sus compañías aéreas de referencia, Alitalia, Air France y Lufthansa, respectivamente.

Los doce países en cuestión, entre los que no figura España, piden a Bruselas que introduzca una «enmienda temporal» en ese sentido en la regulación y que, previamente, facilite otras «iniciativas como una interpretación más amplia de las directrices que permita a las compañías elegir de qué forma reembolsan a los pasajeros».

«Esto debe de hacerse de manera similar a través de la UE, con un criterio común» con una protección «adecuada» para los pasajeros, agrega el comunicado, cuyos firmantes consideran que sería una solución para los problemas de liquidez que además ayudaría a «preservar la competitividad de la aviación europea».

Las capitales creen que un sistema temporal de «bonos de viaje» es «posible y aceptable para los consumidores si se toman en consideración ciertos principios clave como la información transparente al pasajero, la no discriminación, una duración común de la validez de los bonos, la máxima flexibilidad y el derecho a un reembolso inmediato al final de la validez de los bonos en caso de no utilizarlos».

Subrayan también que habría que discutir cómo proteger a los eventuales tenedores de esos bonos «contra la quiebra de las aerolíneas que los hayan emitido», si ese llegara a ser el caso.

«Estamos listos para explorar esto en un nivel europeo y llamamos a la Comisión a tener en cuenta este aspecto», concluyen los firmanes.