Captar turistas interesados en volar a un bajo coste con sueldos del norte de Europa se antoja misión imposible. Así lo reconoce Scandinavian Airlines (SAS), que ha obtenido un nuevo Certificado de Operador Aéreo en Irlanda. Pese a domiciliarse en el archipiélago, la aerolínea ya ha anunciado que las nuevas bases se repartirán por Londres y España.

Un portavoz ha declinado desvelar los aeropuertos en los que dormirán las naves de la compañía. Sin embargo, fuentes del sector señalan las bases de BarcelonaAlicante Palma de Mallorca como los destinos más probables para establecer los aparatos y las tripulaciones.

De este modo, el personal de la firma se adaptará a unos estándares salariales inferiores a los de la matriz para poder competir en el segmento vacacional a partir de la temporada de invierno 2017/2018. Un conjunto de rutas —entre la Península Ibérica y los países nórdicos— hasta ahora dominados por Norwegian Air, con unos gastos mucho menores. La sociedad lamenta que el coste laboral en el norte de Europa promedia los 43 euros frente a los 25 euros del total de la Unión Europea.

Según los cálculos de Bloomberg, los costes de SAS son un 25% superiores a la competencia low-cost a la que pretende ahora enfrentarse. Además de las remuneraciones, “los bajos impuestos” ayudarán a mejorar la eficiencia de la línea aérea, explican al medio estadounidense. Por el momento, la operativa implicará a “un puñado de aviones”, relativizan.

En un comunicado, la aerolínea garantiza que los servicios ofrecidos al cliente serán idénticos a los del resto de operaciones. No obstante, admite que para captar a un volumen de tráfico vacacional mayor debe ajustar sus precios ante los estrechos márgenes que manejan competidores como VuelingRyanair Norwegian.

Precisamente, la firma noruega se ha convertido en uno de los nombres estrella del cielo español tras anunciar que empezará a operar vuelos de largo radio a bajo coste. Los planes de SAS vuelan por diferentes caminos y pretende seguir centrada en las rutas que conecten Escandinavia con el resto del continente. “Con las nuevas bases ampliaremos el número de vuelos y horarios”, celebra Rickard Gustafson, presidente de la sociedad.

Los gastos derivados de la obtención de la licencia y la apertura de las nuevas bases golpearán los beneficios de la compañía. “Los efectos financieros de estas operaciones serán pequeños inicialmente pero crecerán gradualmente a medida que nuestra presencia crezca”, señala la empresa.

Mientras, SAS plantea reformular “medidas estructurales” de su operativa: entre ellas, un recorte de plantilla.


Artículo de Cerodosbé