La compañía de bandera de Tailandia, Thai Airways International —conocida como Thai—, está a unos días de cerrar, después de que el gobierno del país se haya cansado de sufragar sus pérdidas. Sumeth Damrongchaitham, el presidente de la compañía, le dijo a los trabajadores que han de cooperar con la dirección para salir de la crisis porque, de lo contrario, se enfrentan al cierre.
“Hoy quiero que los trabajadores se unan para superar los obstáculos. De otra forma, la aerolínea nacional va a cerrar. Aún tenemos tiempo para encontrar una solución, pero no hay mucho margen”, señaló el máximo directivo.
El anuncio es la consecuencia de la pérdida de 211 millones de dólares en los primeros seis meses de este año 2019, bastante por encima de un millón de pérdidas al día. En su historia reciente, Thai ha perdido 9.200 millones de dólares, lo cual es una cifra bastante superior a su valor.
Todo el sureste asiático se ha visto invadido de compañías aéreas low-cost, que han dañado seriamente la facturación de las compañías de bandera.
El verano pasado, el presidente de Thai aplicó un plan de seis puntos para encontrar ideas para recortar gastos, como reducir restos de comida; volar a Sendai, al norte de Japón, un destino muy rentable; colaborar con algunas cadenas de cafeterías locales pero, como es evidente, no ha bastado.
Ahora el nuevo plan consiste en reducir salarios a los jefes y reducir absolutamente a cero el stock en el catering. “Se acabaron todos los premios para los trabajadores. El único premio será la supervivencia de la compañía”, añadió.