La mayoría de países en todo el mundo han impuesto una cuarentena obligatoria de 14 días a todos los pasajeros que llegan en vuelos internacionales. Hasta ahora, en Austria, también era necesario. Desde este lunes, el Aeropuerto de Viena y las autoridades han anunciado la posibilidad de evitarlo haciéndose un test rápido (PCR) de Coronavirus, que cuesta 190 euros, en un laboratorio improvisado instalado en la planta inferior de la terminal.El precio lo debe abonar la persona interesada.
La prueba se realiza in situ y apenas tarda dos o tres horas en obtener el resultado. Éste certifica si el pasajero está libre de la enfermedad y lo exime de las dos semanas de cuarentena.
Existe otra posibilidad de saltarse la cuarentena. El viajero también puede presentar su propio certificado de no tener el virus, si ese certificado no tiene más de cuatro días de antigüedad.
Además, los test también están disponibles para pasajeros que parten de Viena por periodos inferiores a los cuatro días. En ese caso, al regresar pueden presentar el mismo certificado (el de los 190 euros).
Esto, dice el aeropuerto, resuelve el problema de los viajes, porque ahora “los vuelos son más sencillos y más seguros”, aunque no más baratos, por supuesto.
Si los resultados fueran positivos, ya el viajero queda en manos de las autoridades que procederán a continuación.