La deuda de Turkish Airlines alcanzará los 14.000 millones de dólares a finales de año. Según informan algunos medios turcos, la aerolínea busca el apoyo del Fondo de Riqueza de Turquía para evitar la quiebra. El gobierno, que ya posee el 49,12 por ciento de la compañía aérea, se encuentra estudiando cómo inyectarle más dinero.
Durante el segundo trimestre de este año, Turkish Airlines registró unas pérdidas netas de 391 millones de dólares, por lo que la mala situación de la aerolínea no es algo nuevo. A día de hoy, la compañía aérea está quemando un 350 millones al mes y sus acciones han caído un 31% desde enero. Además, el número de pasajeros caído un 65,9% respecto el mismo periodo del año anterior y el factor de carga ha descendido del 65,9% al 17,2%.
A finales de año, la deuda de Turkish Airlines alcanzará los 14.000 millones de dólares y no podrá hacer frente a los pagos con sus propios recursos. Fitch Ratings, una empresa de calificación de solvencia, ha rebajado la puntuación de la aerolínea de B1 a B2, apuntando a una mala previsión para el futuro.
Como consecuencia de la crisis de la pandemia de la covid-19, Turkish Airlines ha acordado reducir el salario sus trabajadores entre un treinta y cincuenta por ciento hasta finales de 2021. A cambio, se han podido evitar los despidos.