El director ejecutivo de la aerolínea Garuda Indonesia ha sido despedido por utilizar un avión comercial para el contrabando de una motocicleta Harley-Davidson y dos bicicletas de alta gama, anunció el jueves el ministro indonesio de empresas estatales, Erick Thohir.
El CEO de la aerolínea Garuda Indonesia, Gusti Ngurah Askhara Danadiputra, encargó la compra de los vehículos, que fueron transportados en un Airbus A330-900neo desde la ciudad francesa de Toulouse hasta Yakarta el mes pasado, según Erick Thohir. Las sospechas aparecen cuando Deni Surjantoro, el director de Aduanas de Indonesia, declaró a la prensa el pasado 2 de diciembre que el avión llegó de Toulouse con 18 cajas de material a bordo. De las 18 cajas, 15 contenían partes de la moto y las otras dos bicicletas Brompton nuevas. El 3 de diciembre, Garuda dijo que estas cajas eran bienes personales y que habían sido declarados a Aduanas. Sin embargo, eso no es lo que pensaba Aduanas, que detectó la moto que no se había declarado. La historia acabó como han visto.
Por su parte, la ministra de Finanzas, Sri Mulyani Indrawati, señaló que el registro de vuelo omitió los bienes, lo que contradice un comunicado emitido esta semana por Garuda Indonesia en el que aseguraba que la motocicleta y las bicicletas habían sido declaradas en la aduana al entrar en el país.
El contrabando de los vehículos, que fueron comprados mediante una transferencia desde la cuenta bancaria personal de un gerente financiero de Garuda en Amsterdam, supuso una perdida a las arcas del Estado de 532 millones de rupias (unos 37.800 dólares o 34.100 euros), dijo Indrawati.
«Es triste y desalentador porque intentamos mejorar la imagen de las empresas estatales y su productividad pero hay personas que todavía no están preparadas», dijo el político y magnate de los medios indonesio en una rueda de prensa televisada.
Indonesia ocupó en 2018 el puesto 89 en el Índice de Percepción de la Corrupción de la ONG Transparencia Internacional, una mejora con respecto a años anteriores, a pesar de que la corrupción sigue siendo una de las principales preocupaciones para los indonesios.
En septiembre, miles de universitarios indonesios se manifestaron en las calles durante semanas para protestar, entre otras cosas, contra una reforma de la ley de la agencia anticorrupción (KPK, en sus siglas en indonesio) que resta competencias e independencia a la respetada organización.
La agencia cuenta con el respaldo de la mayoría de la población por su efectividad a la hora de investigar los casos de alto nivel, entre los que se incluyen cientos de diputados y algunos ministros del Ejecutivo del actual presidente, Joko Widodo.
Vía EFE