Desde el pasado jueves, el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol concentra toda su actividad en la terminal T3 y cerrará la T2, donde hará obras de mejora y modernización, dentro de un plan para atender la reducción de la actividad con motivo del inicio de la temporada de invierno y la evolución de la pandemia.
Este nuevo escenario facilita el tránsito de pasajeros, al unificar toda la operativa en la T3, además de conseguir un servicio más adecuado a la coyuntura del tráfico, ha informado AENA en un comunicado.
La facturación de todas las compañías aéreas se desplaza a la T3, donde también se llevará a cabo el control de seguridad de pasajeros, y los embarques se realizarán por el muelle de esta terminal, el muelle D, aunque se utilizará también el muelle C para los vuelos internacionales.
Esta adaptación al tráfico, que permite optimizar los recursos asignados y las plantillas de AENA, así como de todas las empresas que desarrollan su labor en la infraestructura, podrá ser reversible de forma inmediata en caso de ser necesario. Además, se lleva a cabo en un momento en el que tradicionalmente disminuye el tráfico y que, este año, debido a la incertidumbre derivada de la Covid-19, mantiene a las aerolíneas todavía reprogramando rutas y frecuencias, pendientes de la evolución de la pandemia.
Esta situación, unida al próximo inicio de la temporada de invierno, permite el cierre de la T2 y su muelle B sin afectar a la calidad del servicio a pasajeros y preservando en todo momento la seguridad y salud de viajeros y trabajadores, según AENA.
La centralización de toda la operativa en la T3 forma parte del proceso general de reorganización de AENA con motivo del plan hacia una nueva normalidad, y ésta es la tercera reorganización de la infraestructura malagueña desde que comenzara la alerta sanitaria.
El Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol ampliará las áreas operativas de manera progresiva con la recuperación de la actividad de las aerolíneas y valorará la puesta en servicio de nuevos espacios teniendo en cuenta la evolución de la situación sanitaria, el levantamiento de las restricciones por parte de otros países y la evolución del tráfico aéreo.
Aprovechando la reducción de la actividad, el aeropuerto iniciará más de una docena de obras de mejora y modernización en toda la infraestructura.
Entre ellas, destacan las actuaciones en embarques y accesos al muelle B de la T2, la remodelación de aseos, la adecuación del dique C para el tráfico Schengen y la renovación integral de la climatización de la T2.
En la plataforma, arrancarán las obras de ampliación del puesto de estacionamiento de aviones 16 y la consiguiente reconfiguración de las rampas 3 y 4, la renovación del pavimento en la plataforma junto a la zona de actividades aeronáutica y actuaciones en pavimento flexible en rodadura, plataforma y salidas rápidas.
Además, se prevén trabajos de mejora en las instalaciones de gestión de residuos, la adecuación de accesos y salidas de los aparcamientos P1 y P2 y el diseño e instalación de jardines verticales, entre otras.
Vía EFE