Dennis Muilenburg CEO de Boeing

Esta semana, el Consejo de Administración de Boeing ha decidido despedir a Dennis Muilenburg como consejero delegado de la compañía por la enorme crisis económica, operacional y de reputación que ha provocado su gestión con los problemas del 737 MAX. El fabricante de aeronaves estadounidenses necesita un cambio de liderazgo para poder superar las dificultades que está sufriendo actualmente la empresa y reparar las relaciones con los reguladores, clientes y accionistas.

Han pasado casi 10 meses desde la puesta en tierra del  737 MAX y todavía no podemos asegurar cuándo podrá volver a volar. Las soluciones que propone Boeing para arreglar el polémico software MCAS y otros fallos del modelo no son convincentes para los reguladores. Además, todo apunta que la compañía podría haber ocultado esta información siendo totalmente conscientes de ello durante el primer proceso de regularización que pasó el avión hace pocos años.

A partir del 13 de enero, David Calhoun, presidente de Boeing, asumirá las funciones del consejero delegado, tal y como ha confirmado el fabricante en un comunicado. Tras el anuncio del cese de Muilenburg, las acciones de la empresa han subido hasta un 2%.

Hace una semana, Boeing anuncio que paraba temporalmente la producción del 737 MAX. En el exterior de la cadena final de montaje se acumulan más de 400 aeronaves de este modelo esperando a poder ser entregados. Esto ha afectado, por una parte, a los 600 contratistas que colaboran en la fabricación del avión. Por otra parte, las aerolíneas han cancelado miles de vuelos. Esto les ha hecho perder millones de dólares. Algunas aerolíneas, como Southwest Airlines, ya han pedido grandes indemnizaciones por los daños causados.

El futuro del 737 MAX es totalmente incierto y hay mucha preocupación en el sector aeronáutico. Para 2020 todavía no hay una fecha concreta. Las aerolíneas han retrasado sus vuelos con este modelo hasta abril, mayo e incluso junio. No hay que descartar que éstos vuelvan a ser aplazados.